jueves, 5 de mayo de 2011

Comos (V)


Como desaprender a ser racional en el amor.

Como la potestad de un árbitro para anular un gol legal.

Como las explicaciones de EE.UU. sobre la muerte de Bin Laden.

Como la extraña capacidad del ser humano para existir y, de pronto, dejar de hacerlo.

Como la profusión de un sentimiento.

Como el arraigo de una idea.

Como la vuelta al estado original de las cosas tras una eyaculación.

Como el sentido trascendental de un vómito.

Como el carácter condicional de una amistad.

Como la escena que se produce cuando podría llevarte a la cama, pero digo una de mis
estupideces.

Como el fruto de las horas de gimnasio.

Como la teoría paradigmática sobre los saberes científicos de una época, de Kuhn.

Como resintonizar la televisión.

Como la Inversión magnética de Brunhes-Matuyama.

Como tener doce años y tener la seguridad de que si te metes en el río que tienes ante ti, no pasa nada porque la televisión te ha dicho que tu madre sacará la suciedad en la lavadora sin problemas.

Como las teorías económicas que cuestionan el modelo capitalista y nos emplazan a una vuelta a los orígenes.

Como las tardes que comienzan grises y con almohadas mojadas de lágrimas; y que terminan con un solecillo de esperanza en el horizonte.

Como una ola.


Por no decir otra cosa… Reversible.

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