martes, 14 de septiembre de 2010

Y es que perdí el camino de regreso...



Ya quisiera yo volver. A tus brazos siempre abiertos, a tus miradas de reproche y a tus besos tibios en mi frente... Contemplar atontado cómo se parecen nuestras manos, saber que algún día tu forma de morderte los labios cuando estás nerviosa será la mía. Volver a las noches perdidas hablando de nada y de todo, intentando cambiar el mundo. Haciendo mías tus ideas y tus gestos sin darme cuenta. A disfrutar de Carlos Martínez y el fútbol con la única persona que lo hacía como leyendo poesía. A tumbarnos sobre la hierba y mirar las nubes volar e imaginarnos que nada cambiará.

No, no es que no vuelva porque me he olvidado... es que perdí el camino de regreso.

Comienza este blog, y lo hace como un blog. Y no puede hacerlo de otra forma que contigo, mamá.