lunes, 14 de noviembre de 2011

Comos (VIII)


Como un castillo sin rey.

Como un foso sin agua.

Como un pueblo medieval en mitad de la nada segoviana.

Como un pelo largo masculino sin un revolucionario debajo.

Como un gran ego sin un alma enorme.

Como un psicópata sin público.

Como un cuadro renacentista sin pared.

Como Marco.

Como tres tristes tigres sin su trigal.

Como un sueño en un catatónico.

Como la inmortalidad.

Como una mole de mármol sin un cincel.

Como una cárcel sin preso.

Como una sociedad sin prostitución moral.

Como un zapato sin suela.

Como una pértiga sin saltador.

Como el surrealismo.

Como “El Anticristo” de Nietzsche.

Como la música sin oídos.

Como un clavo sin martillo.

Como un libro sin páginas ni ganas de leer.


Por no decir otra cosa… Incompleto.