miércoles, 25 de octubre de 2017

La revolución en una esquina



Cuando los silencios griten y las lágrimas
Resequen la inquina; cuando las sonrisas
Mutilen los brazos que asen las banderas y
Las piernas que andan nuestros caminos.

Cuando los cuerdos se mueran de miedo
Y los locos sangren palabras torcidas;
Cuando los Dioses no nos pertenezcan y
Los hombres hablen con los hombres.

Cuando las canciones fusilen a los 
Tamborileros de parca ideología; cuando
Este constante suicidio de la muerte
Se convierta en vida, se convierta en vida.

Cuando regalemos Macondo por un beso,
Un verso por cada exceso y una caricia
Por cada herida; ahí estará, aguardando,
La revolución en la próxima esquina.

miércoles, 12 de julio de 2017

Sueño resbalado


Recién se me resbaló un sueño, madre,
Que no mancha, ni deja huella en la arena:
Era gris y era espuma y en el viento ocre
Ya se perdió, madre, no me dejes sin cena.

Te soñé guinda de un postre inesperado,
Rojas las mejillas, rojos los labios rojos
De los que manaron besos olvidados,
Palabras que pronunciaste sin enojos.

Tus manos consolaron mi cuello herido
Con caricias extintas de seda y miel,
El alma asomando por tu cuero encanecido,
Como un sudor frío filtrándose en mi piel.

“Tengo que recuperar las fuerzas”, silbaste,
Tan matria, tan serena, tan convaleciente
Que una certeza nos sobrevoló en ese instante
Y contemplamos juntos el horizonte naciente.

Con un bastón inventado dejarías la silla,
caminaríamos hacia un futuro remoto
Y le robarías a la vida horas de brisa
En verdes paraísos, vedados e ignotos.

Desconsolado, comprendí que nada era real,
Que aquel sueño agonizante se burlaba
De mi torpe memoria y del amor más leal
Que anclado en mis tripas no se desgastaba.

Cruel y racional, me tocaste una vez más:
Piel con piel, mente a mente, otra tierna despedida;
Como si no te hubieras marchado jamás,
Como si tomásemos postre después de la vida.